domingo, 13 de mayo de 2012

Arte cubista en España: Picasso y Juan Gris


Este nuevo movimiento sale en Francia de la mano de tres artistas, dos de ellos españoles: Pablo Picasso (español), Braque (francés) y por último otro español Juan Gris.
El cubismo trata las formas de la naturaleza por medio de figuras geométricas, representando todas las partes de un objeto en un mismo plano. Es considerada la primera vanguardia ya que rompe con el último estatuto renacentista vigente a principios del siglo XX, la perspectiva.
Por sobre de todos los cubistas destacan dos muy importantes:
 Pablo Ruiz Picasso, el artista que más ha influenciado en la historia y uno de los grandes maestros del siglo XX. Quizás el artista que más fama alcanzó fuera del ámbito profesional, ya que existen más de 1500 obras suyas en museos que reciben el nombre de «Museo Picasso». Su carrera artística se divide en etapas, desde el periodo de Barcelona hasta el periodo azul.
                                               
                            

                                     
Juan Gris, gran difusor del cubismo y uno de los grandes maestros junto con Picasso. Hace su primera aparición colectiva en el Salón de Independientes de 1911. Del Cubismo derivan otros estilos como el «purismo» o el «orfismo». En torno a los años veinte, los artistas de la primera vanguardia usaron un estilo que se dio en llamar neocubismo.
                                        
                                         

Pintura impresionista en España: Sorolla


La pintura española aportó una fuerte contribución al impresionismo francés. La entonación grisácea y terrosa predominante en algunas obras de Velázquez (1599-1660), Murillo(1618-1682), Francisco de Zurbarán (1598-1664) y Francisco de Goya (1746-1828), despertaron gran interés entre los impresionistas franceses, especialmente en Manet, que manifestó una gran admiración por la "Edad dorada" de la pintura española, y visitó España en 1865 una única vez, aunque su admiración por este país es anterior a este viaje, y le llegó a través de un amigo de su padre, el crítico de arte Charles Blanc.
La variedad de las regiones españolas, con su suave litoral mediterráneo en contraste con la abrupta Costa Verde, con paisajes nevados y desoladas estepas, entremezcladas con verdes paisajes, se reflejó temáticamente en la pintura, sin que ello influyera en la técnica. En esta época, las actividades culturales tenían sus centros más importantes en Madridy Barcelona.
A comienzos del siglo XX, se formó en Barcelona el movimiento modernista en las artes, siendo además un centro del movimiento anarquista. La efervescencia de la actividad intelectual del medio barcelonés atrajo a esta ciudad a numerosos artistas, convirtiéndose así en un foro teórico del Modernismo. Los artistas involucrados en el movimiento abrogaban por la apertura de España a Europa, que serviría, según el parecer del grupo, a iniciar una amplia reforma cultural y social.
Sorolla: 
Joaquín Sorolla y Bastida (Valencia, 27 de febrero de 1863 - Cercedilla, provincia de Madrid, 10 de agosto de 1923) fue un pintor y artista gráfico español. Fue uno de los pintores españoles más prolíficos, con más de 2.200 obras catalogadas. Etiquetado equivocadamente por algunos como impresionista, en realidad su estilo maduro se define mejor como luminista.

                               
                                   
                                    

Pintura Racionalista y Modernista

El Racionalismo arquitectónico es una corriente surgida en Europa tras la I Guerra Mundial. El Art Nouveau, que rompió con la contradicción y señaló el primer paso hacia un plastificado de las líneas constructivas, derivó en ornamentalismo vacuo, por lo que a principios del siglo XX se originó una corriente que rechazaba dicho ornamento, y aprovechaba los descubrimientos de la llamada Segunda Revolución Industrial, cuyo objetivo era encontrar un camino intermedio entre la renuncia a la imitación de lo antiguo y a un excesivo tecnicismo uniformador.
                                    
                                               
                                     

Arquitectura moderna o modernista es un término muy amplio que designa el conjunto de corrientes o estilos dearquitectura que se han desarrollado a lo largo del siglo XX en todo el mundo.
Esta verdadera revolución en el campo de la arquitectura y el mundo del arte, tuvo su germen en la Escuela de la Bauhaus y su principal desarrollo en el Movimiento Moderno vinculado al Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (1928-1959), no sin diferencias, marcadas por las dos principales tendencias: el funcionalismo racionalista y el organicista (racionalismo arquitectónico y organicismo arquitectónico).
Ese concepto de arquitectura moderna o arquitectura contemporánea entendida como algo estilístico y no cronológico, se caracterizó por la simplificación de las formas, la ausencia de ornamento y la renuncia consciente a la composiciónacadémica clásica, que fue sustituida por una estética con referencias a la distintas tendencias del denominado arte moderno(cubismo, expresionismo, neoplasticismo, futurismo, etc.).
Pero fue, sobre todo, el uso de los nuevos materiales como el acero y el concreto armado, así como la aplicación de lastecnologías asociadas, el hecho determinante que cambió para siempre la manera de proyectar y construir los edificios o losespacios para la vida y la actividad humana.
En la segunda mitad del siglo XX se fueron produciendo tanto nuevos desarrollos del movimiento moderno en sus múltiples posibilidades, como alternativas críticas. En las últimas décadas del siglo se produjo incluso un radical cuestionamiento del concepto mismo de la modernidad a través de sudeconstrucción, y que en arquitectura fue interpretado a través de los movimientos denominados deconstructivismo y arquitectura postmoderna, que no son ni mucho menos las únicas posibilidades expresivas de un periodo, que llega hasta el siglo XXI, caracterizado por la abundancia y variedad de obras, estilos y creadores.
                                                 

martes, 8 de mayo de 2012

Dadaísmo, surrealismo y abstracción

Dadaísmo:

El dadaísmo es un movimiento cultural que surgió en 1916 en el Cabaret Voltaire en Zúrich (Suiza). Fue propuesto por Hugo Ball, escritor de los primeros textos dadaístas; posteriormente, se unió el rumano Tristan Tzara que llegaría a ser el emblema del Dadaísmo. Una característica fundamental del Dadaísmo es la oposición al concepto de razón instaurado por el Positivismo. El Dadaísmo se caracterizó por rebelarse en contra de las convenciones literarias y artísticas y, especialmente, por burlarse del artista burgués y de su arte.1 Su actividad se extiende a gran variedad de manifestaciones artísticas, desde la poesía a la escultura pasando por la pintura o la música.2
Para los miembros del Dadaísmo, este era un modus vivendi que hacían presente al otro a través los gestos y actos dadaístas: acciones que pretendían provocar a través de la expresión de la negación dadaísta. Al cuestionar y retar el canon literario y artístico, el Dadaísmo crea una especie de antiarte, es una provocación abierta al orden establecido.
                                    
                                     
Surrealismo:
El surrealismo (en francés: surréalisme; sur ['sobre, por encima'] más réalisme ['realismo']) es un movimiento artístico y literario surgido en Francia a partir del dadaísmo, en la década de los años 1920, en torno a la personalidad del poeta André Breton.
Los términos surrealismo y surrealista proceden de Apollinaire, quien los acuñó en 1917. En el programa de mano que escribió para el musical Parade (mayo de 1917) afirma que sus autores han conseguido:
una alianza entre la pintura y la danza, entre las artes plásticas y las miméticas, que es el heraldo de un arte más amplio aún por venir. (...) Esta nueva alianza (...) ha dado lugar, en Parade a una especie de surrealismo, que considero el punto de partida para toda una serie de manifestaciones del Espíritu Nuevo que se está haciendo sentir hoy y que sin duda atraerá a nuestras mejores mentes. Podemos esperar que provoque cambios profundos en nuestras artes y costumbres a través de la alegría universal, pues es sencillamente natural, después de todo, que éstas lleven el mismo paso que el progreso científico e industrial.
La palabra surrealista aparece en el subtítulo de Las tetas de Tiresias (drama surrealista), en junio de 1917, para referirse a la reproducción creativa de un objeto, que lo transforma y enriquece. Como escribe Apollinaire en el prefacio al drama:
Cuando el hombre quiso imitar la acción de andar, creó la rueda, que no se parece a una pierna. Del mismo modo ha creado, inconscientemente, el surrealismo... Después de todo, el escenario no se parece a la vida que representa más que una rueda a una pierna. File:Arcimboldovertemnus.jpegRetrato en "Vertumnus" (Verano) del emperador Rodolfo II realizado por Giuseppe Arcimboldo. Todos los frutos y flores representados en el cuadro eran propios de la estación del verano en el siglo XVI. Algunos surrealistas vieron en él a un precursor.
                             
Abstracción:
Arte abstracto es un concepto general, opuesto al concepto de arte figurativo, que remite a lo más esencial del arte, reducido a sus aspectos cromáticos, formales y estructurales. La abstracción acentúa las formas, abstrayéndolas, alejándolas de la imitación o reproducción fiel o verosímil de lo natural (mimesis); rechaza cualquier forma de copia de cualquier modelo exterior a la conciencia del artista.
El concepto de arte abstracto se aplica a muchas y distintas artes visuales: pintura (pintura abstracta), escultura (escultura abstracta) y artes gráficas (artes gráficas abstractas). Su aplicación a otras artes plásticas, como la arquitectura (arquitectura abstracta) o a artes no plásticas (música abstracta, danza abstracta o literatura abstracta), es menos evidente, pero existe uso bibliográfico de tales expresiones.
Se entiende por arte abstracto el que prescinde de toda figuración (espacio real, objetos, paisajes, figuras, seres animados e incluso formas geométricas si se representan como objetos reales, con iluminación y perspectiva). Una obra abstracta, entendida de forma estricta, no puede hacer referencia a algo exterior a la obra en sí misma, sino que propone una nueva realidad distinta a la natural.
El arte abstracto deja de considerar justificada la necesidad de la representación figurativa y tiende a sustituirla por un lenguaje visual autónomo, dotado de sus propias significaciones (iconografía). El arte abstracto usa un lenguaje visual de forma, color y línea para crear una composición que puede existir con independencia de referencias visuales del mundo real.
                            
  









Arquitectura funcionalista

Funcionalismo, en arquitectura, es el principio por el cual el arquitecto que diseña un edificio debería hacerlo basado en el propósito que va a tener ese edificio. Esta declaración es menos evidente de lo que parece en principio, y es motivo de confusión y controversia dentro de la profesión, particularmente a la vista de la arquitectura moderna.
Los orígenes del funcionalismo arquitectónico se pueden remontar a la tríada del arquitecto romanoVitruvio, donde la utilitas (traducida también como comodidad o utilidad) va de la mano de venustas(belleza) y de firmitas (solidez) como una de las tres metas clásicas de la arquitectura.
La raíces de la arquitectura moderna se basan en el trabajo del arquitecto suizo Le Corbusier y el alemán Mies van der Rohe. Ambos fueron funcionalistas por lo menos en el punto de que sus edificios fueron simplificaciones radicales de estilos anteriores. En 1923 Mies van der Rohe trabajaba en la Escuela de la Bauhaus (Weimar, Alemania), y había comenzado su carrera de producir estructuras de simplificaciones radicales y, animadas por un amor al detalle, alcanzaron la meta de Sullivan de la belleza arquitectónica inherente. Es famoso el dicho de Corbusier “la casa es la máquina en qué vivir” en su libro Vers une architecture publicado en 1923. Este libro fue, y todavía lo es, muy influyente, y los primeros trabajos que hizo, como la “Villa Savoye” en PoissyFrancia son tenidos como prototipos de funcionalismo.
Le Coubisier:
Charles Édouard Jeanneret-Gris, conocido como Le Corbusier (La Chaux-de-Fonds,RomandíaSuiza6 de octubre de 1887 – Provenza-Alpes-Costa AzulFrancia27 de agostode 1965), fue un teórico de la arquitectura, arquitecto, diseñador y pintor suizo nacionalizado francés. Es considerado uno de los más claros exponentes del Movimiento Moderno en la arquitectura (junto con Frank Lloyd WrightWalter GropiusAlvar Aalto y Ludwig Mies van der Rohe
), y uno de los arquitectos más influyentes del siglo XX.
Villa Saboya:
                                
Chaise longue:
                           
Wright:
Frank Lloyd Wright (Richland Center, Wisconsin8 de junio de 1867 - PhoenixArizona9 de abril de 1959), arquitecto estadounidense, fue uno de los principales maestros de laarquitectura del siglo XX conocido por la arquitectura orgánica y funcional de sus diseños.
Falling water:
                              
Taliesin:
                       


sábado, 24 de marzo de 2012

Obras de Goya


Los fusilamientos de Moncloa


Se trata de una pintura del pintor aragonés Francisco Goya y Lucientes, titulada El tres de Mayo de 1808 o Los fusilamientos de la Moncloa. Fue pintado en 1814. No se sabe muy bien para que fin fue concebido, aunque todo hace pensar que fue pensado para ser ubicado en alguna arquitectura efímera. Ingresó en el Museo del Prado a principios del siglo XIX( y que es donde actualmente se encuentra), aunque no se expuso hasta 1868, según cita algún catálogo de la época. 

La pintura está realizada sobre un lienzo utilizando la técnica del óleo.
La composición se divide en dos partes fundamentales; la primera, a la izquierda, la compone un grupo de civiles, unos doce, en distintas posturas; uno se tapa la cara, otros ya muertos yacen en el suelo, otro aparece rezando, otro con los brazos abiertos... La parte de laderecha la conforman un grupo de seis soldados que apuntan con sus fusiles al grupo de civiles que tienen delante. En el lado del grupo de civiles, se encuentra la montaña del Príncipe Pío. Y al fondo, se aprecia una arquitectura perteneciente a la ciudad de Madrid y la negra noche donde se desarrolla la acción, y que cubre el resto de la composición.
                                                 
                                                                                              La maja vestida


                                                           Goya Maja ubrana2.jpg 
La maja vestida es una de las obras más conocidas del pintor español Francisco de Goya. Está realizado en óleo sobre lienzo 
El traje blanco de esta Maja se ciñe de tal forma a la figura, en particular el sexo y los pechos, que parece más desnuda que la otra. La cintura la resalta mediante una lazada rosa. La nota de color del cuadro la pone la chaquetilla corta o bolero, similar al de los toreros, de mangas anaranjadas con los puños rematados con encaje negro. Lleva zapatos dorados de pequeño tamaño.
Goya la pintó con pinceladas sueltas, pastosas y muy libres, a diferencia de la Maja desnuda, en que el pintor es más cuidadoso en el tratamiento de las carnaduras y sombreados. La figura de la maja está bañada con una luz que destaca las diferentes texturas.
Se retrata a la misma mujer recostada en un lecho y mirando directamente al observador. No se sabe, a ciencia cierta, quién es la retratada. Se apuntó la posibilidad de que se tratara de la decimotercera duquesa de Alba María del Pilar Teresa Cayetana de Silva y Álvarez de Toledo, amiga de Goya. No obstante, dado que el primer propietario fue Godoy, se ha considerado más probable que la modelo directamente retratada haya sido la entonces amante y luego esposa del propio Godoy, Pepita Tudó.
También ha suscitado dudas el objeto rojizo que se asoma bajo los cojines; algunos pensaron que era la empuñadura de una daga o puñal, lo que acentuaría las connotaciones novelescas y eróticas del retrato. Otras fuentes creen que es un abanico cerrado.
                                                                                              La gallina ciega

                                                   La gallina ciega (Goya).jpg 

La gallina ciega (1789) es uno de los cartones que servían como modelo para las manufacturas de la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara de Francisco de Goya y estaba destinado a la decoración del dormitorio de las infantas del Palacio de El Pardo y fue realizado poco después de que accediera al trono de España el rey Carlos IV. Se trata de la cuarta serie de cartones que Goya realizó entre 1788 y 1792, dedicados al ocio y las diversiones campestres. De este cartón se conserva un boceto previo en el Museo del Prado.
El cuadro muestra muchachos y muchachas jugando al popular pasatiempo de «la gallina ciega», con un personaje vendado en el centro que intenta tentar a los demás, que bailan en corro, con una gran cuchara.
Los jóvenes están vestidos de majos y majas, atuendo de las capas humildes de la sociedad española con que los aristócratas (como los de este cuadro) gustaron de vestir. Algunos otros, con casacas de terciopelo y tocados de plumas, siguen en cambio los dictados de la moda de las clases altas venida de Francia.
La composición está resuelta alternando los personajes entre los huecos que dejan los situados en primer y último término, y contrastando el joven que se agacha a la derecha para esquivar el cucharón con el que le intenta tocar y la mujer inclinada hacia atrás con otro joven que lo hace hacia adelante.
El cuadro es un exponente decantado del estilo galante o Rococó, y sus rasgos de estilo característicos: vivacidad, inmediatez, curiosidad, cromatismo de suaves rosas, texturas de gasa en las faldas de las mujeres, un paisaje de fondo luminoso y el reflejo de un momento encantador de disfrute de la vida no exento de posibilidades de flirteo. 
                                                                         El aquelarre
                                                                       GOYA - El aquelarre (Museo Lázaro Galdiano, Madrid, 1797-98).jpg 
El aquelarre es uno de los pequeños cuadros que pintó Francisco de Goya entre 1797 y 1798 para el palacio de recreo de los Duques de Osuna, en la finca que ellos tenían en la Alameda de Osuna (hoy Parque del Capricho), entonces a las afueras de Madrid, cerca del pueblo de Barajas. Más tarde, después de 1928, José Lázaro Galdianolo compró para su colección particular y actualmente forma parte de los fondos pictóricos de la Fundación Lázaro Galdiano. 
El lienzo muestra un ritual de aquelarre, presidido por el Gran Cabrón, una de las formas que toma el demonio, en el centro de la composición. A su alrededor aparecen brujas ancianas y jóvenes que le dan niños con los que, según la superchería de la época, se alimentaba. En el cielo, de noche, brilla la luna y se ven aves nocturnas (que podrían ser murciélagos). En la serie de la que forma parte se encuentran también otros cinco cuadros de similar temática y dimensiones, que son: Vuelo de brujas (Museo del Prado), El conjuro (Museo Lázaro Galdiano), La cocina de los brujos (colección privada, México), El hechizado por la fuerza (National Gallery de Londres) y El convidado de piedra (hoy en paradero desconocido).
La escena pertenece a la estética de «lo sublime terrible», caracterizada por la preceptiva artística de la época también en el prerromanticismo literario y musical y que tiene su paralelo en el Sturm und Drang alemán. Se trataba de provocar un desasosiego en el espectador con el carácter de pesadilla. En este cuadro y en la serie a la que pertenece se acentúan los tonos oscuros, y es por ello que la ambientación se sitúa en un paisaje nocturno. En el momento de la ejecución de esta serie, Goya se encuentra trabajando en Los caprichos con los cuales guarda una estrecha relación. El tema de la brujería estaba de actualidad entre los ilustrados españoles amigos del pintor, especialmente inclinado a él estaba Leandro Fernández de Moratín.

martes, 20 de marzo de 2012

La constitución española de 1812

La Constitución española de 1812, conocida popularmente como La Pepa, fue promulgada por las Cortes Generales de España, reunidas extraordinariamente en Cádiz, el 19 de marzo de 1812. Se le ha otorgado una gran importancia histórica por tratarse de la primera constitución promulgada en España, además de ser una de las más liberales de su tiempo. Respecto al origen de su sobrenombre, la Pepa, no está muy claro aún, pero parece que fue un recurso indirecto tras su derogación para referirse a ella, debido a que fue promulgada el día de San José.
Oficialmente estuvo en vigor sólo dos años, desde su promulgación hasta su derogación en Valencia, el 4 de mayo de 1814, tras el regreso a España de Fernando VII. Posteriormente se volvió a aplicar durante el Trienio Liberal (1820-1823), así como durante un breve período en 1836-1837, bajo el gobierno progresista que preparaba la Constitución de 1837. Sin embargo, apenas si entró en vigor de facto, puesto que en su período de gestación buena parte de España se encontraba en manos del gobierno pro-francés de José I de España, otra en mano de juntas interinas más preocupadas en organizar su oposición a José I y el resto de los territorios de la corona española (los virreinatos) se hallaban en un estado de confusión y vacío de poder causado por la invasión napoleónica.
La constitución establecía la soberanía en la Nación (ya no en el rey), la monarquía constitucional, la separación de poderes,la limitación de los del rey, el sufragio universal masculino indirecto, la libertad de imprenta, la libertad de industria, el derecho de propiedad o la fundamental abolición de los señoríos, entre otras cuestiones, por lo que "no incorporó una tabla de derechos y libertades, pero sí recogió algunos derechos dispersos en su articulado".
Por contra, el texto consagraba a España como Estado confesional católico, prohibiendo expresamente en su art. 12 cualquier otra religión  y el rey lo seguía siendo "por la gracia de Dios y la Constitución". Del mismo modo, este texto constitucional no contempló el reconocimiento de ningún derecho para las mujeres, ni siquiera el de ciudadanía (la palabra "mujer" misma aparece escrita una sola vez, en una cita accesoria dentro del art. 22), aunque con ello estaban en plena sintonía con la mayoría de la sociedad española y la Europa del momento.